
Me considero una persona enérgica y valiente. O eso es lo que he descubierto de mí después de 20 años enfrentándome a momentos muy duros por la artritis reumatoide.
Para que te hagas una idea, no podía hacer algo tan simple como escribir con un teclado o lavarme el pelo.
Pero desde que empecé con su tratamiento con biológicos, me encuentro tan bien que estoy intentando ser madre. Así que conceptos como clínicas de fertilidad, fecundación asistida o preservación de óvulos solo aumentan mi ilusión.
Afortunadamente, cuento con el apoyo y la actitud de mi reumatólogo, por lo que he dejado atrás mis dudas y ahora estoy enfocada al 100% en cumplir mi sueño de tener un hijo.
Yo lo tengo claro: no se tiene que ver mermada la salud cuando tienes esta enfermedad, pero también quieres ser madre. No hay que elegir ni renunciar. ¡Ahora se puede!