Tengo 46 años y a los 23-24 me diagnosticaron artritis reumatoide, pero lo tomaba como si no tuviera importancia. Si te duele, tomas ibuprofeno. Hasta que un día me diagnosticaron de verdad y me mandaron antipalúdicos, y me dijeron: no te puedes quedar embarazada. Me dijeron que los efectos de los antipalúdicos podían durar casi ocho meses en mi cuerpo.
Entonces no tenía intención de tener hijos, pero se me quedó grabado que, si yo tenía un tratamiento contra la artritis, no iba a poder tener hijos.
Seguí adelante y, conforme pasaron los años, cada vez tenía más síntomas. Cuando llegó el momento de tener hijos, di por bueno el dato que me habían dicho al principio: que, para tener hijos, tenía que dejar la medicación. Ahora sé que no es así. Pero entonces no quise volver al reumatólogo para evitar un tratamiento que me fuera a impedir la gestación, aunque iba empeorando.
Cuando ya estaba fatal, descarté la idea de tener hijos por mi estado de salud cada vez más deteriorado. Me quedé literalmente paralítica se puede decir, no podía ni moverme.
Fui al Clínico, y la doctora María Luisa González Gómez me dijo que me ayudaría y lo hizo, me ayudó muchísimo. Me explicó bien la enfermedad, y que había muchas posibilidades de tratamiento compatible con el embarazo. Yo tenía ya 40 años y lo intenté.
Me recetó cosas compatibles con el embarazo: otro antipalúdico, corticoides, y me estuvo cuidando y tratando.
Yo tenía miedo de no quedarme embarazada, y de que si me quedaba, trasmitirle la enfermedad. Tenía miedo de si iba a poder cuidarlo… Pero la doctora me dijo que había medicamentos que, una vez tuviera al bebé, podrían permitirme llevar una vida normal. Y así fue.
Cuando nació el bebé, a los 15 días me empecé a tratar con otros medicamentos y varias cosas que iban bien, me hicieron pruebas para el tratamiento biológico y empecé con él. Y hasta ahora, que tengo un niño de cuatro años muy sano y alegre, al que le encantan los coches, y una vida normal y corriente porque la enfermedad parece que está en remisión.
Tener a mi hijo es lo mejor que me ha pasado, no me imaginaba que tener un hijo era tan grande. No puedo tener otro por la edad, pero si lo hubiera sabido antes, no hubiera dejado pasar tanto tiempo. Ni tampoco habría interrumpido el tratamiento, debería haber preguntado, pero también deberían habernos informado mejor.
A las mujeres jóvenes, les recomiendo que se informen, que hay un montón de soluciones, que tener una artritis es mala suerte pero es una enfermedad que tiene mucha gente y eso supone que la medicación es muy amplia y que se puede adaptar a cada uno para que podamos hacer vida normal.
¿Qué le dirías a otras pacientes?
No puedo tener otro hijo por la edad, pero si lo hubiera sabido antes, no hubiera dejado pasar tanto tiempo.
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